El autoconsumo de energía fotovoltaica es una forma de generar y consumir electricidad a partir de la luz solar, aprovechando los paneles solares instalados en nuestro tejado o en otro lugar de la vivienda para aprovechar al máximo la luz solar. El autoconsumo tiene múltiples ventajas, como:

- Ahorrar en la factura eléctrica, al reducir la dependencia de la red y el consumo de energía convencional.

- Contribuir a la transición energética y al desarrollo sostenible, al utilizar una fuente de energía renovable, limpia e inagotable.

- Generar ingresos por la venta o compensación de los excedentes de energía producidos, siempre que se cumplan los requisitos legales.

- Acceder a las ayudas y subvenciones públicas para fomentar el autoconsumo y la eficiencia energética.

Para poder disfrutar de los beneficios, es necesario legalizar la instalación fotovoltaica, siguiendo una serie de pasos y cumpliendo una serie de normativas, que pueden variar según el tipo, la potencia y la modalidad de autoconsumo. Legalizar la instalación garantiza que se cumple con los estándares de calidad y seguridad, y que se respeta el marco legal vigente.

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